domingo, 19 de octubre de 2008

El R

Qué horror, la virgen. Creo que voy a tirar el ordenador por la ventana. No nos podíamos haber quedado con las calculadoras y ya, no. Aquí, a lo bestia, hasta hacer máquinas de estas con tropecientosmil programas y funciones.

El ordenador me lleva por el camino de la amargura, más concretamente un programita, el R. Qué viles personas osarían crear tal bicho molesto e insaciablemente peleón. Ha conseguido que tenga un empacho de ordenador increíble. Lo que antes era un medio para pasar el rato, se ha convertido en un suplicio. Con esto, es fácil imaginarse lo que disfruto los días que tengo que pelearme con el erre durante dos horas, y encima luego en casa más.

¿POR QUÉ ME HACEN ESTO?

Pues nada, tras este brevísimo paréntesis para desahogarme, voy a seguir. A ver si le sale de las narices aceptar los comandos que pongo y dibujarme una gráfica...




Salud (y no le deseo esto a nadie).

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